lunes, octubre 22, 2007



El poeta baila con la palabra

sobre la pista de la página en blanco.




Seguir la huella de esta danza supone descifrar las lineas


entrecruzadas del "Yo del escritor" y las " circunstancias"

que le han rodeado para encontrar las claves de su mundo literario.


Es el secreto de su danza; la íntima comunicación interior

proyectada hacia lo que le rodea, con su voz y sus “totems.


Los pueblos más antiguos unían
indivisiblemente la música a la poesía.


Asi lo hicieron griegos, latinos, persas....
Tánto la métrica clásica como la poesía más vanguardista


basan su calidad en el equilibrio armónico, con ese institno

para medir el ritmo que se tiene o no se tiene, pero que

no se aprende en los libros.




La poesía es intemporal.

Ha existido siempre y existirá aunque no existan los poetas.


Decía Blas de Otero:
" Mientras haya en el mundo una palabra, habrá poesía "


Y Carmen Conde decía con su apasionado perfeccionismo:
" A la poesía se la siente hasta morir contándola"


Danzar en un torbellino de color, dejándose llevar

por la palabra hecha energía apasionada.:

Poesía viva en movimiento.



Jaloque

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