sábado, enero 27, 2007




Con las frias nevadas llegan las nostalgias blancas, esas nostalgias que nos conducen a la ternura , a la meditacion, al relax y sobre todo a la reflexión. Contemplando desde la ventana de mi despacho, observo a los niños juguetear...en ellos se nota la inocencia, la alegría; en sus risas carcajeantes -mientras se tiran bolas de nieve unos a otros - se denota una inmensa felicidad.
Mientras observo a ellos, justito al lado de un edificio observo a un pequeño y aterecido de frio perrillo, es entonces cuando me recuerdo de " Mi pequeña Selva ", aquella mi compañera que fué durante once años, mi fiel amiga..... la que nunca protestó, la que siempre acudia a mi vera y lamia mis manos.... aquella que alzaba su mirada hacia mis ojos cuando precisaba " hacer sus necesidades " moviendo su rabito, y nada mas me colocaba la cazadora para llevarla a la calle, se volvía loca de contenta, dando giros a si misma...dando saltos ....corriendo de un lado a otro del pasillo.
¡ Cuanto te extraño !...¡ Selva Querida !.

1 comentario:

JALOQUE dijo...

Eduardo, querido amigo, que mensaje tan tierno y bonito sobre tu "perruca"

Ambos sabemos lo que es echar de menos el cariño fiel de un perro al que se quiso como a la mascota de nuestra vida.
Ambos lo perdimos en su momento, pero no lo olvidamos, y el recuerdo nos asalta de vez en cuando lleno de ternura y dibuja una sonrisa en nuestra alma.

Un abrazo para ti, y no dejes de recordar con cariño y agrado a tu "perruca" Selva.

Jaloque